El pasado 31 de mayo se dio a conocer el fallecimiento de Rubén García Castillo, locutor mexicano, distinguido sobre todo por su trabajo en el entrañable programa de radio La mano peluda, ha despertado disímiles especulaciones, relacionadas con mitos diabólicos, en numerosos seguidores radioescuchas.
Juan Ramón Sáenz, el anterior conductor de este programa —donde se recibían llamadas del auditorio, que relataba sus propias historias de fantasmas y aparecidos, y que logró un gran éxito de público en México y el sur de Estados Unidos— falleció el 29 de mayo de 2011.
Debido a que ambos comunicadores murieron a finales de mayo con una década de diferencia, algunos usuarios relacionan la muerte de García con la de Sáenz, cuyo deceso, aseguran, se debió a una supuesta maldición derivada de su última investigación paranormal.
Sáenz conversó telefónicamente con Josué Velázquez, quien, desde Estados Unidos, relató que había hecho un pacto con entidades oscuras a cambio de obtener dinero y que, tras hacer contacto con el propio diablo, sentía deseos que lo impulsaban a protagonizar “cosas malas”.
En una transmisión, Josué aseguró que los demonios “querían muerto a Juan Ramón Sáenz” y se escucharon al aire voces graves, gruñidos distorsionados y carcajadas burlonas. No obstante, Juan Ramón viajó a Estados Unidos para entrevistar al joven para un programa de televisión.
Tras regresar a México, el camarógrafo que acompañó a Sáenz casi pierde la vida en un accidente automovilístico y el propio Sáenz falleció víctima de un paro respiratorio, a causa de una misteriosa bacteria gastrointestinal que le provocó un cuadro agudo de peritonitis.