De acuerdo con el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, ‘Machirulo’, ‘big data’, ‘cookie’, ‘no binario’ o ‘sinhogarismo’ son algunas de las nuevas palabras que incorpora el Diccionario de la Lengua Española (DLE).
‘Chundachunda’ y ‘oscarizar’ son otras de las palabras incluidas en la versión electrónica 23.7 del Diccionario de la lengua española (DLE), que ha incorporado por primera vez en la historia sinónimos y antónimos, ya que 42,882 artículos del diccionario los contienen, según explicó Muñoz Machado, director de la RAE y presidente de la ASALE (Asociación de Academias de la Lengua Española) y la responsable del Instituto de Lexicografía, Elena Zamora.
En total, las innovaciones que incorpora esta actualización, entre palabras nuevas, artículos, variaciones o supresiones, ascienden a 4,381 operaciones.
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Algunas curiosidades de palabras nuevas destacadas por el director de la RAE en la rueda de prensa de presentación de esta actualización son ‘crack’, en la acepción de persona que destaca especialmente en algo, o ‘cochifrito’ y ‘colín’ en tema gastronómico.
Entre las nuevas palabras se encuentran también ‘georradar’, ‘tecnociencia’, ‘yanomami’, ‘videoarbitraje’ o ‘balconing’. También se han introducido las formas complejas ‘pobreza energética’, ‘fila cero’, ‘línea roja’ o ‘masa madre’.
O la palabra ‘perreo’, definida como “baile que se ejecuta normalmente a ritmo de reguetón, con eróticos movimientos de caderas, y en el que cuando se baila por parejas, el hombre se coloca habitualmente detrás de la mujer con los cuerpos muy juntos”.
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Muñoz Machado explicó que en el diccionario no entran o salen palabras porque haya peticiones al respecto, sino por la realidad de su uso por los hispanohablantes: “No sometemos a subasta ni a campañas la incorporación de palabras en el diccionario”, dijo.
Todas las peticiones que llegan a la RAE para introducir o cambiar palabras del diccionario se analizan, indicó; van primero al Instituto de Lexicografía y luego pasan a las comisiones correspondientes y a las academias de la lengua de ASALE. Es un proceso largo, indicó Muñoz Machado, y pueden pasar dos años desde que se propone hasta que, si así se decide, entre en el diccionario.
Con información de EFE.