Nueva York.- El alza de la violencia armada en Estados Unidos desde el estallido de la pandemia de la covid-19 ha llevado a las agencias de seguridad de nueve estados del noreste del país, encabezados por Nueva York, a buscar soluciones conjuntas para afrontar la proliferación de armas.
Nueva York ha visto un alza reciente de un 80 % en los homicidios con armas de fuego, lo que se ha convertido en una crisis, y un 75 % de estas armas llegaron de otros estados, dijo este miércoles la gobernadora Kathy Hochul, previo al inicio de la primera reunión de representantes de cuerpos de seguridad de nueve estados.
“Ha habido un aumento muy dramático de la violencia armada del 80 % en un tiempo bastante corto. Desde 2019, el 75 % de los delitos cometidos fueron con armas que provenían de fuera del estado”, indicó Hochul, que reconoció que hay otras fuerzas en juego que están “tratando de analizar en este momento”.
En la reunión participa el alcalde de Nueva York, Eric Adams, a quien la violencia no le ha dado tregua desde que juró al cargo el 1 de enero para dirigir esta ciudad, donde el tráfico de armas ilegales se cobró sus más recientes víctimas, con el asesinato de los policías Jason Rivera y Wilbert Mora, de 22 y 27 años de edad.
Hochul subrayó que quiere respuestas a esa violencia “que realmente se ha convertido en una crisis mayor” y detener el flujo de armas que llegan de otros estados, por lo que hace dos semanas anunció la creación de un equipo especial de seguridad que integran estados del noreste liderados por Nueva York.
El comité interestatal lo componen, además, Rhode Island, Connecticut, Vermont, Ohio, Massachusetts, Nueva Jersey, New Hampshire y Pensilvania.
Tanto Hochul como el alcalde de la ciudad, donde se concentra la violencia, que han pedido ayuda a Washington para enfrentar esta lucha, quieren saber por qué ahora más que antes están viendo en Nueva York el impacto de lo que está pasando en esos otros estados o qué está ocurriendo con las ventas de drogas o la actividad de las pandillas.
La gobernadora de Nueva York vinculó, en parte, el alza de la violencia armada con la crisis económica causada por la covid.
Muchas personas “perdieron sus trabajos, su red de seguridad, sus sistemas de apoyo donde podían recibir tratamiento por abuso de sustancias o tratamiento de salud mental”, dijo.
De acuerdo con la demócrata, esta es una crisis nacional en la que 90 de las 100 principales ciudades de Estados Unidos están experimentando una escalada en los casos de violencia armada.
“Estamos viendo un aumento dramático en la cantidad de armas que se abren paso a través de nuestras fronteras y llegan a manos de delincuentes” con una concentración de esa violencia en lugares como El Bronx y el Alto Manhattan, “pero también en otras ciudades”, sostuvo Hochul.
Uno de los objetivos del nuevo equipo interestatal es recopilar datos sobre la ruta que siguen las armas desde los estados donde se adquieren, donde su compra no está tan restringida como en ciudades como Nueva York.
EFE
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