Playa del Carmen.- La posible ampliación del muelle de Ultramar en la avenida Constituyentes ha encendido las alarmas entre ambientalistas y operadores turísticos, quienes advierten de graves consecuencias ecológicas para la zona conocida como “Shark Point” y el arrecife “Jardines”. Sitios que son conocidos por ser fundamentales tanto para la economía local como para la biodiversidad marina.
“Shark Point” es un área conocida mundialmente por la actividad de buceo con tiburón toro, un atractivo turístico de gran valor en Playa del Carmen que, año tras año, atrae a cientos de visitantes durante la temporada de noviembre a marzo.
Candy López, instructora de buceo en Dive Mike Playa del Carmen, señala que gran parte del sustento de las empresas de buceo locales depende de este sitio. “No solamente se atentaría contra Shark Point, sino también contra el arrecife Jardines, que está a tan solo 100 metros del muelle. Es un arrecife icónico que todos utilizamos para hacer nuestras inmersiones”, explicó López.
El arrecife Jardines, considerado un tesoro natural de la región, es hogar de diversas especies marinas y su conservación es esencial para mantener el equilibrio del ecosistema y el atractivo turístico de la zona.
A pocas semanas del inicio de la temporada de tiburón toro, que normalmente arranca en noviembre, López subrayó la importancia de proteger estas áreas no solo por su valor económico, sino también por su relevancia ambiental.
El proyecto de ampliación del muelle había sido previamente suspendido tras una serie de luchas legales. “Hace años se suspendió su construcción y tenía una orden de derribarlo, pero nunca lo hicieron”, denunció la instructora de buceo, señalando que esto vuelve aún más urgente la defensa de estas áreas naturales.
Cabe recordar que tanto “Shark Point” como el arrecife Jardines se encuentran dentro de un área protegida bajo la supervisión de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp). Los operadores turísticos trabajan en coordinación con la Conanp para garantizar la seguridad de los tiburones y el entorno en el que se desarrollan las actividades de buceo.
La posibilidad de que se reanuden las obras en el muelle ha generado preocupación entre los defensores del medio ambiente, quienes advierten que el impacto de estas construcciones podría alterar irreversiblemente uno de los ecosistemas más preciados de Playa del Carmen.
Las próximas semanas serán clave para definir el futuro de esta zona y de las actividades turísticas que dependen de la conservación de sus riquezas naturales.
Con información de Semanario Línea Roja.