Quintana Roo, México.- Un impactante ruido en medio de la carretera y luego un auto en fuga, tan veloz que nadie puede distinguir su matrícula. Atrás, en una curva, casi a la altura de Punta Venado, queda muerto un hermoso ejemplar de puma, emblemático (como el jaguar) de la fauna autóctona.
El lamentable suceso ocurrió antes del mediodía del jueves en el tramo Tulum-Playa del Carmen de la carretera federal. Más tarde, el puma, cuyo peso asciende a los 50 kilogramos, fue trasladado por personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente para enterrarlo cerca de Cobá.
El puma sólo intentaba cruzar para seguir en su hábitat. No es el único caso. Casi a diario, a lo largo de esa carretera, es posible encontrarse con tlacuaches, serpientes, zarigüeyas, ardillas y otros animales nativos del Caribe mexicano aplastados por irresponsables conductores, un puente a modo de paso para los animales podría ayudar, después de todo el ser humano es el que ha puesto las carreteras.
Sin una ley que se aplique a fondo y con escasa vigilancia, se corre el riesgo de que sigan muriendo estas especies bajo las ruedas de los autos ahora y quizá en el futuro también bajo el peso del tren maya mientras la selva es devastada en nombre de un desarrollo brutal.