La tortuga ha sido por siempre una inspiración, para artistas, para grandes filósofos, para la vida moderna, pero también para el pasado, no es una ni dos las personas que con el paso del tiempo han visto en este animal una figura cargada de poder, de inteligencia y de majestuosidad; fuera del mar pareciera lenta, pero piensa cada movimiento que da con cautela, con determinación y dentro del mar, inspira a cualquiera, sus movimientos al nadar son arte puro para el que la vea.
La cultura Maya sabía lo extraordinaria que es esta criatura, es por eso que les sirvió de inspiración, ellos concebían al planeta Tierra como una gran tortuga cuyo caparazón simbolizaba su redondez, incluso entre su mitología existe una historia que cuenta que el Sol y la Luna se cobijaron bajo el caparazón de una tortuga para huir de la destrucción del mundo.
La tortuga sirvió de inspiración para muchos personajes de la mitología maya, por ejemplo ‘los cuatro bacaboob’ personajes de largas barbas que vestían con prendas que los caracterizaban como abejas. Además, cada uno de ellos, carga en la espalda el símbolo de un caparazón de tortuga. También Pawahtún carga un caparazón de tortuga en la espalda, este es un personaje que mora en el Cielo, la Tierra y el Inframundo, y su tarea es sostener la bóveda celeste y la superficie de la Tierra.
La astronomía Maya no se podía quedar atrás, la constelación Ak-Ek’ o La Tortuga (constelación de Orión) forma la figura de este reptil, además, se la identifica con el solsticio de verano, pues su lentitud de movimientos representa al tiempo cuando parece que el sol no se mueve.
En México y el mundo podemos ver a la tortuga en cientos de murales, con distintos colores, nadando en el universo o cargando en su espalda figuras de poder; postales, cuentos, películas, canciones, poemas. Es por eso que hoy 16 de junio, fecha en que celebramos el Día Mundial de las Tortugas Marinas recordamos a estos reptiles como lo que son, una fuente de inspiración, un símbolo de poder e inteligencia.