Tokio.- La corredora austríaca Anna Kiesenhofer se proclamó campeona olímpica de ciclismo en ruta en los Juegos de Tokio 2020 haciendo buena la escapada inicial de la prueba, por delante de la neerlandesa Anne Van Vleuten, plata, y de la italiana Elisa Longo, bronce.
Escapada desde los tres primeros kilómetros de los 137 que presentaba el recorrido entre el Musashinonomori Park de Tokio y el circuito internacional de Fuji, Kiesenhofer resistió la caza de la selección de Países Bajos, que tiró para alcanzarla pero se tuvo que contentar con la plata de Van Vleuten, que llegó a 1:15.
La españolas llegaron con el grupo, Mavi García acabó duodécima a 1:46, y Ane Santesteban vigésima octava a 3:19, y la colombiana Paula Patiño, del equipo Movistar, que llegó en el puesto 22, fue la mejor latinoamericana, a 2:30 de la ganadora.
Anna Kiesenhofer, que combina el ciclismo con su trabajo como investigadora postdoctoral como matemática en Lausana (Suiza), doblegó al poderoso cuarteto holandés liderado por Anna van der Breggen, doble campeona mundial y campeona en Río 2016, y con Marianne Vos, que logró el oro en Londres 2012. La escuadra ‘oranje’ se tuvo que conformar con la plata de Van Vleuten.
Su agonía resistió el desnivel acumulado de 2.692 metros de los 137 kilómetros de recorrido del ciclismo en ruta femenino, con dos ascensos, Donushi Road y Kagosaka Pass.
UN ORO GESTADO EN LA PRIMERA FUGA DEL DÍA
El oro se gestó, sorprendentemente, en la primera fuga de la jornada. La escapada, de cinco corredores, como en la carrera masculina llegó a alcanzar los 19 minutos de diferencia. Después se redujo a tres: Kiesenhofer, la polaca Anna Plichta y la israelí Omer Shapira perseveraron hasta mantenerse al frente de la carrera en los últimos 50 kilómetros
Fue entonces cuando saltó la neerlandesa Van Vleuten a la caza. Con cierta facilidad se alejó del pelotón a la caza del terceto de escapadas reducido a fuga solitaria, porque Kiesenhofer había soltado a sus dos compañeras, pero tuvo que darse por vencida 25 kilómetros después.
Países Bajos puso en marcha la locomotora con sus cuatro corredoras tirando en busca de Kiesenhofer, de sus dos compañeras y de la francesa Juliette Labous, que había saltado en búsqueda de una medalla.
Fue tarde para el oro, porque Kiesenhofer ya tenía renta suficiente y se exprimió para entrar en solitario en el circuito de velocidad de Fuji.
En la pelea por la plata, volvió a saltar Van Vleuten y tras ella Elisa Longo en busca del bronce. Pero el triunfo ya solo tenía un nombre: el de Anna Kiesenhofer, que agonizando sobre la bicicleta se plantó en la línea de meta del circuito de Fuji para saborear la gloria olímpica.
EFE