Ciudad de México.- Pese a lamentar que la cultura se sigue viendo como un “accesorio”, el bailarín Isaac Hernández continúa su lucha para impulsar el ballet en México y regresa al país con su espectáculo “Despertares” tras haberse convertido en actor y padre.
“(La danza) es una industria que muchas veces es considerada un accesorio para la sociedad y me parece un gran peligro seguirlo viendo de esa manera, es importante reposicionar el valor de la cultura”, asegura este jueves en entrevista con Efe el bailarín de 31 años.
En 2019 Hernández anunció el final del espectáculo “Despertares”, que comenzó en 2011 bajo el concepto de acercar a México a la escena del ballet internacional al traer a los mejores bailarines del mundo.
Pero haber vivido una pandemia le hizo replantearse el papel del arte y tomó la decisión de recuperar esta puesta en escena.
“Entendí que es necesario regresar a inspirar a los jóvenes que están involucrados en la danza y que han perdido la esperanza de tener una carrera profesional. Es importante para ellos ver cómo la pandemia nos afectó a todos”, explica Isaac, quien compartirá escenario con Natalia Osipova y Jurgita Dronina, entre otros bailarines, el próximo 6 de agosto en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México.
Siempre crítico, Hernández (Guadalajara, 1990) considera que los gobiernos no reflexionaron sobre esa necesidad de arte y cultura que se vivió durante el encierro que provocó la pandemia.
Y aunque el bailarín ha ganado un prestigio a nivel mundial con premios como el Benois de la Danse (2018) y lleva más de diez años intentando impulsar la disciplina en México, sigue encontrando en su país algunas puertas cerradas.
Por lo que considera probable que le tome “otros diez años más” ver resultados en materia de gestión y planificación cultural en su país.
“Llevo casi seis años pidiéndole al Royal Ballet School que venga a hacer audiciones a México, finalmente tengo el sí de la escuela, los convencí de que vengan a hacerlo de forma gratuita por primera vez en su historia pero ahora me falta encontrar el apoyo para concretarlo”, cuenta.
Por ello, Isaac buscó a las autoridades mexicanas como parte de su incansable esfuerzo para “cambiarle la vida a los jóvenes”, pero el encuentro no tuvo resolución.
“Ayer estuve con la titular de la Secretaría de Cultura (Alejandra Frausto) y entiendo que tienen recursos limitados y otras prioridades. Pero le pedí que me ayudara a gestionar, aunque sea con la iniciativa privada, un patrocinador o algún tipo de apoyo que me permita rescatar esta parte del proyecto”, comenta.
REGRESO A SUS ORÍGENES
En julio, Hernández regresará al lugar que le dio la primera oportunidad de ser bailarín solista a los 18 años cuando dejó el English National Ballet para integrarse al San Francisco Ballet que está bajo la dirección de su pareja, la bailarina española Tamara Rojo.
“Tiene sentido volver, cuando me fui de San Francisco le dejé una carta al primer director que me dio una oportunidad como solista, Helgi Tomasson, que decía que me iba sabiendo que no había terminado lo que a mí me hubiera gustado hacer ahí y que me gustaba la idea de regresar después de vivir la experiencia europea”, cuenta.
Pero esto también supone un acercamiento a su país y a su familia, pues además se acaba de convertir en padre y quiere vivir los mejores años de su carrera cerca de su familia.
“Quiero que Mateo (su hijo) sea 100 % mexicano, que le guste el chile, la comida mexicana y que sepa de dónde viene. Además me gusta la idea de que mis papás puedan estar yendo a San Francisco a vernos bailar, sé que no me queda tanto tiempo en los escenarios”, confiesa.
UN FUTURO EN EL CINE Y LA TELEVISIÓN
Haber sido parte del filme “El rey de todo el mundo” de Carlos Saura y de la serie “Alguien tiene que morir” de Manolo Caro le ha abierto un panorama a Isaac para seguir su carrera como actor cuando se retire de la danza.
Además, la actuación lo ha ayudado a ser más sensible en su quehacer artístico.
“Me llevo del escenario la ‘fisicalidad’ a la pantalla y cuando regreso al escenario me llevo parte de la sutileza y la claridad de crear un personaje en el ámbito teatral. Creo que he cambiado mucho artísticamente después de esas dos experiencias”, asegura.
Finalmente Isaac confiesa que vive su “mejor momento”, tanto en el ámbito personal, emocional, artístico y físico. “Me siento feliz”, resume.
EFE
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