Río de Janeiro, Brasil.- La organización ecologista Greenpeace denunció este martes que las 233 muertes dejadas por las lluvias que castigaron la ciudad brasileña de Petrópolis hace exactamente un mes constituyen una tragedia anunciada, que podía haber sido evitada con medidas para mitigar los cambios climáticos.
El fuerte temporal del 15 de febrero en esta ciudad montañosa del estado de Río de Janeiro provocó la muerte de 233 personas, entre los cuales 44 menores de edad, y dejó un millar de damnificadas por la pérdida de sus viviendas, mientras que los bomberos continúan la búsqueda de cuatro desaparecidos.
Petrópolis, ubicada a tan solo hora y media en carro de la ciudad de Río de Janeiro, llegó a acumular 259 milímetros de lluvia en seis horas durante la tarde y noche del 15 de febrero, un aguacero que convirtió varias calles de la ciudad en caudalosos ríos provocando más de mil 400 deslizamientos de tierra en varias zonas de la ciudad.
Greenpeace recordó este martes el primer mes de la tragedia con una protesta frente al Palacio de Guanabara, sede de la gobernación de Río de Janeiro, donde montó una instalación de cerca de dos metros de altura cubierta por flores y por las sirenas habitualmente usadas en las barriadas para alertar a las personas sobre la necesidad de abandonar sus viviendas para prevenir accidentes.
“233 vidas enterradas por la omisión”, “La crisis climática mata. Basta de abandono” y “Mujeres y niños son las principales víctimas de los eventos extremos” denunciaban los carteles llevados por la organización internacional a su manifestación.
“Vinimos a presionar para que los gobernadores adopten medidas más eficaces para frenar los impactos de los efectos climáticos, como los deslizamientos y las inundaciones que han ocurrido en los últimos meses en diferentes estados brasileños como Río de Janeiro, Minas Gerais, Bahía y Acre”, explicó a Efe el coordinador de la Campaña de Clima y Justicia de Greenpeace Brasil, Rodrigo Jesús Santos.
De acuerdo con el activista, las autoridades podían haber evitado tragedias como la de Petrópolis mediante medidas para hacer frente a la emergencia climática y a los eventos extremos.
Según Greenpeace, los científicos vienen advirtiendo hace mucho tiempo que los efectos de la crisis climática se traduce en eventos climáticos extremos, como temporales y crecidas de ríos, mucho más intensos y frecuentes, lo que refuerza la necesidad de que los gobiernos adopten medidas de adaptación.
La organización aseguró que algunas ciudades de Río de Janeiro, entre las cuales Petrópolis, son más susceptibles a registrar tragedias por los eventos climáticos extremos debido a sus características, por estar construidas en laderas de montañas, por haber sufrido de ocupación desordenada, por haber desviado los ríos y por la intensidad con que desforestaron su entorno.
Agregó que la gobernación de Río cuenta con mapas de viviendas ubicadas en áreas de riesgo, como laderas susceptibles a deslizamientos o regiones inundables, y hasta ahora no ha hecho nada para reubicar a sus ocupantes.
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