Cancún.- Objetos como trozos de metal, bujías, tornillos, tuercas, tubos, en fin cualquier cosa que para la mayoría sería visto como chatarra, al caer en las manos creativas del escultor mexicano Gastón Gallardo acaban por transformarse en obras de arte.
Y es que esa particularidad de reciclar cualquier material hasta convertirlos en bellas figuras de animales, no pasa desapercibido. No hay nadie que al pasar frente alguna de sus obras no se detenga y exclame admiración.
Conocido como “Galo Escultor”, menciona que sus obras surgen de esa vasta imaginación y creatividad, donde puede observar cosas donde otros no, y gracias a esa memoria fotográfica puede recrear lo que tiene en la mente, ya sea para ensamblar, colocar, atornillar o entrelazar hasta convertirlo en parte de algo que tiene sentido.
“La manera en la cual hago bocetos es mediante esas experiencias estéticas, que puedo ver en algún lugar, lo visualizó en mi mente y lo hago al ocupar lo que sea necesario para transmitir la idea que busco”, expresa.
Los animales son las obras que preferentemente realiza, la gente las busca, pues de cierta manera se identifica con ellos, por ejemplo, con el león, un rinoceronte, y es por eso que es partidario de que las piezas de arte no deben de estar exclusivamente en un museo o una galería, que puedan sentirse al tacto, es decir, tratar de entenderlas más allá de la exhibición.
Entrevistado en el Hotel Único de la Riviera Maya, se considera un artista de campo, no de esos encerrados en el taller, pues eso le permite conocer a las personas, interactuar con ellas, lo enriquece.
Sus trabajos están basados en la técnica de la milagrería, una artesanía que se hace poniendo como diferentes amuletos en una forma específica, por lo que puede decir que tiene ciertos rasgos de nuestra identidad de mexicanos como un corazón, una carita feliz o fuego, entre otros simbolismos.
También en sus obras hay esa transición cultural, un sincretismo, que le permite manejar temas universales sin perder esa esencia de México, que es un país de reconocida mano de obra, que ensambla tecnología de otros países.
Trata de evidenciar esas raíces que como mexicanos, que es un país trabajador, de adaptabilidad a la reconstrucción, algo que en lo particular ese ensamblar va en él más allá de una obra, al haber sido afectado con su familia en el terremoto de 2017, que los despojó de un hogar, que rompió esa unión familiar.
“Es ahí en que toma fuerza mi trabajo porque lo que hago es como volver a reconstruir para poder salir adelante”, añadió.
Con información de Infoqroo.