El proceso interno que inició Morena, el día 10 de noviembre y concluye en febrero próximo, para elegir candidato o candidata a la gubernatura de Quintana Roo, dejará un partido muy dividido.
La primera fractura se registró desde el momento que AMLO no dejó participar a su amigo Rafael Marín Mollinedo. Sus simpatizantes y grupos externos a Morena, no comulgan con los aspirantes inscritos al proceso interno.
La inscripción de última hora de la senadora Marybel Villegas, a quienes los morenistas no tragan, provocará más encono en las tribus morenistas.
De hecho, se duda que Marybel Villegas, espere el resultado de las encuestas que hará Morena, para elegir al candidato o candidata.
Ella no confía en las encuestas de Morena, porque sabe que “no son falsas, pero no son reales”.
El “dedazo” podría recaer en Mara Lezama, José Luis Pech o Luis Alegre, quienes serán “encuestados” desde el Palacio Nacional.
Los otros que se inscribieron al proceso interno, como la ahora regidora Laura Beristain, sólo buscaron tener la hoja impresa del registro para currículum.
Morena, ha ganado en Quintana Roo, presidencias municipales, distritos locales y federales. En el 2022, será la segunda ocasión que compita por la gubernatura de Quintana Roo. En 2016, José Luis Pech, fue el candidato morenista frente a Carlos Joaquín y Mauricio Góngora.
Los triunfos que ha obtenido Morena, en Quintana Roo, han sido con candidatos que militaron en otros partidos, principalmente en el PRI, sin que hasta el momento, los morenistas natos o fundadores, alcances los principales cargos.
El morenismo en Quintana Roo, cada día está más excluido, porque cada día, sus candidatos y candidatas, llegan al partido con olor a otro hogar.