El show televisivo ‘El Hormiguero’ (Antena 3), presentó un experimento en el que consistió (aprovechando la inteligencia artificial) recrear a partir de audios reales, la voz de personas muertas.
Entre lágrimas, tras escuchar a sus familiares fallecidos, varias mujeres confesaban su asombro en el show.
“Lo he sentido super real y me hacía falta, me hacía mucha falta”, sollozaba una joven ante las cámaras. “Es que la voz es clavada, muy contenta por la experiencia”, añadía otra mujer secándose las lágrimas del rostro.
¿Existe un riesgo al resucitar a los muertos con inteligencia artificial?
Los audios generados en el programa de Pablos Motos, tenían preguntas bastante interesantes como: ”¿nos quedó alguna conversación pendiente?”.
En esta “experiencia real”, como la etiqueta el programa, los psicólogos advierten de que puede interferir en la adaptación natural al duelo y cronificar las fases más dolorosas.
La muerte de alguien cercano es como perder una parte del propio ser. Es el origen de varias de las dificultades en el bienestar emocional y muchos estarían dispuestos a hacer cualquier cosa para aliviar esa sensación de pérdida abrumadora.
Varios internautas critican este uso y expresan que les ha recordado a todo lo que acaba mal en un capítulo de Black Mirror.
Este tipo de experimentos o casos no son los primeros, suena a ciencia ficción, pero empresas como HereAfter, StoryFile y Replika lo están haciendo y no es nada sobrenatural.
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A partir de entrevistas y otros contenidos, crean versiones digitales de individuos fallecidos para interactuar con los vivos, ya sea a través de chat, voz o vídeo.
En China, este negocio ya está creciendo, con varias compañías que declaran haber creado miles de estas personas digitales o bots fantasmas.
Algunas incluso afirman que pueden realizarlo con apenas 30 segundos de grabación audiovisual del difunto.
El peligro de engancharse
Quizás el elemento más perturbador es que algunas personas podrían volverse dependientes o incluso adictas a conversar con avatares virtuales, porque generan una falsa sensación de cercanía con el muerto, como mostraba el programa de Antena 3.
Las mujeres que se prestaron hablaban directamente a la voz ―“te diría…”, “te echo de menos”― como si esa recreación sintética fuera su abuela muerta un año antes.
“En un primer momento, hay alivio. Pero después surge una adicción, una dependencia”, advierte José González, psicólogo especialista en procesos de duelo.
“Si la IA reproduce literalmente cómo era uno, hay un peligro grande de cronificación, sobre todo en los vínculos muy intensos. Es fácil entrar en esa fantasía de que no ha muerto. Puede provocar esa congelación en la fase de negación”, prosigue.
Un problema ético
¿Hasta qué punto un avatar puede ser fiel? ¿A quién pertenece? ¿Qué tipo de datos se pueden emplear para su creación? Esos son solo algunos de los interrogantes que surgen en torno a este tema.
Con información de El País- Emanoelle Santos.