Desde la selva peninsular en México, un conjunto de visionarios abraza la decisión de la transformación; representantes y autoridades de diversos organismos e instituciones firmaron un convenio con la ilusión de que el proyecto del tren maya, tan cuestionado y tan celebrado por mucha gente, incida en la economía de comunidades peninsulares.
Con este convenio el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), el Instituto Nacional de la Economía Social (INAES) y la Alianza Peninsular de Turismo Comunitario (APTC) buscan formalizar el trabajo en conjunto, en materia de desarrollo económico inclusivo y turismo comunitario, en el contexto de la implementación del proyecto de desarrollo del tren maya.
De las 11 estaciones que estarán ubicadas en los estados de Campeche, Quintana Roo y Yucatán, nueve influirían en zonas donde se encuentran algunas de las 24 cooperativas y ejidos que conforman la Alianza Peninsular para el Turismo Comunitario.
Esta alianza nació en 2016, protagonizada por empresas sociales de turismo comunitario para enfrentar problemáticas comunes, y cuenta con apoyos de la Universidad Autónoma de Yucatán y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
El convenio, afirman los firmantes, abre puertas a representantes de emprendimientos comunitarios para participar en el desarrollo, desde el diseño hasta la implementación, y para que se garantice el respeto de sus derechos y la defensa del territorio indígena.
Promueve esta alianza el turismo comunitario en la península de Yucatán, integrando a 24 empresas comunitarias en tres redes de los estados de Campeche, Quintana Roo y Yucatán, que pueden beneficiar a más de dos mil personas participantes y sus familias.
La oferta de la Alianza Peninsular para el Turismo Comunitario incluye experiencias como ir de pesca en una reserva de la biósfera, sumergirse en la selva de Calakmul, nadar en espectaculares cenotes de Yucatán, deleitarse con la comida tradicional…
Se incluyen también despertar al lado de lagunas; admirar diversas especies de aves exóticas, reptiles y mamíferos; inspirarse ante la cultura y sabiduría mayas, con el apoyo de guías profesionales y en conexión directa con habitantes de comunidades autóctonas.
Todo ello se configura idílico y aparentemente bien pensado, y las buenas almas esperan que los “dueños” del tren maya sean realmente justos e inclusivos y que los responsables de estas opciones turísticas en los pueblos cumplan con su propuesta.
Más información en: https://www.viajaturismocomunitario.com/