Cancún.- El 2024 fue un año favorable para Quintana Roo en términos del recale de sargazo, pese a que se recolectaron casi 40,000 toneladas del alga en las costas del estado. La coordinación entre los tres niveles de gobierno, la Secretaría de Marina, la Dirección de Zona Federal Marítimo Terrestre y los municipios ha sido clave para mitigar el impacto de este fenómeno en la economía y el turismo. El proyecto busca transformar el alga en biogás y fertilizantes, convirtiendo este desafío en una oportunidad para el desarrollo económico local.
Óscar Révora Aguilera, secretario de Medio Ambiente y Ecología de Quintana Roo, señaló que el sargazo representa un reto económico significativo. Estudios del Banco Interamericano de Desarrollo estiman que su impacto equivale al 11.6% del Producto Interno Bruto local, lo que representa aproximadamente 2,000 millones de dólares anuales en costos para el estado, municipios, empresarios hoteleros y concesionarios.
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En respuesta, la gobernadora Mara Lezama impulsó el desarrollo del Centro Integral de Saneamiento y Economía Circular del Sargazo, un proyecto en desarrollo desde 2022 que busca convertir el problema en una oportunidad económica.
Para ello, se realizaron estudios de 14 meses con una planta piloto en Puerto Morelos, evaluando tecnologías para el aprovechamiento del sargazo. Entre los hallazgos más prometedores destacan la producción de biogás y fertilizantes, entre otros.
El proyecto también contempla la combinación del sargazo con lodos de plantas de tratamiento de aguas residuales en biodigestores, generando energía limpia a través de biogás. La primera fase se implementará en Cancún con cinco fuentes de repago, y ya se cuenta con un modelo económico aprobado por Banobras y en proceso de búsqueda de financiamiento nacional e internacional.
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El pasado lunes, autoridades estatales sostuvieron una reunión en la Semarnat con representantes de la Comisión Europea y agencias de cooperación de Francia, España, Alemania y Portugal, así como embajadores de la Unión Europea y Países Bajos, con el fin de explorar mecanismos de financiamiento para el proyecto. Este tiene como objetivo transformar el alga en biogás y fertilizantes, lo que contribuiría a reducir el impacto económico del sargazo.
El sargazo ha sido un problema creciente en Quintana Roo desde hace varios años, afectando la economía y el ecosistema marino. No obstante, la estrategia del gobierno estatal no solo busca contener el sargazo en las costas, sino también implementar tecnologías de geolocalización y monitoreo satelital para combatirlo en altamar.
La Unión Europea y universidades como Berkeley han ofrecido apoyo en tecnologías para fortalecer la estrategia de la Secretaría de Marina.