“Estaba ahí, esperando que pasara el tiempo, queriendo encontrar una salida, todos decían que había que pintar, aprender un nuevo idioma, recetas de internet o hasta hacer tiktoks, la ansiedad crecía, jamás nos habíamos apartado de esa manera de la sociedad, algunas personas tenían jardines, terrazas, pero yo en mi pequeño departamento solo tenia a mi gato, unas cuantas plantas y mi tapete de yoga, así que comencé a practicarlo y poco a poco se convirtió en parte de mi” Alma Lizet García.
Como esta historia existen muchas, pues la pandemia generó que el número de seguidores de esta actividad creciera con rapidez, su simpleza ayudó a muchos a desestresarse, a encontrarse, a respirar, todo desde la comodidad de sus hogares, por lo que se adaptó al estilo de vida de miles de personas alrededor del mundo.
No es un secreto que el sufrimiento psicológico, los problemas de salud mental, incluidas la depresión y la ansiedad, se apoderaron de jóvenes, adultos, personas de la tercera edad y hasta niños en esta pandemia de COVID-19, es por eso que el yoga brindó lo necesario para poder canalizar esta desesperación a una actividad que no necesita mucho espacio para practicarla, que se puede realizar desde cualquier lugar y lo más importante que logra establecer una calma a todo aquel que la realice.
Existen distintos tipos de yoga, entre los que destacan: Vinyasa Yoga, Kundalini Yoga, Ashtanga Yoga, Bikram Yoga, Aero Yoga y Fitness Yoga, cada una de estas ramas especializada para atender las necesidades y exigencias del gusto de las personas. La variedad de esta práctica también generó el gusto de distintas personas que se sentían cómodas realizandola, dependiendo de su estilo de vida, de su manera de pensar y claro de sus condiciones físicas.
Hoy 21 de junio es el día Internacional del Yoga y este año se encuentra en su séptima edición, llevando el lema “Yoga para el bienestar”, pues aunque todavía enfrentamos los estragos de la pandemia, esta actividad es un rayo de esperanza para todas las personas alrededor del mundo que comenzaron a realizar esta actividad y encontraron el bienestar físico y mental necesarios para sobrevivir este suceso mundial.