Tallos, espigas, y grandes mazorcas visten el asfalto de un cuadro de una ciudad cosmopolita, la agrodiversidad se hace presente; con la idea de que al maíz hay que verlo como al vino, con el nombre de Tierra de maíces, se exhibe una instalación de diversas variedades de maíz en pleno centro histórico de la Ciudad de México, un cereal que cuenta con 60 razas en toda la nación.
“Veo al maíz como al vino. ¿Cuántas variedades de uvas conocemos? Es increíble lo que sabemos del vino, deberíamos tener algo parecido con el maíz y promover que la gente pregunte (la raza) cuando lo consuma”, dijo el comunicador Carlos Galindo.
Razas de maíz como el elotero de Sinaloa, naltel, motozinteco, pepitilla o tepecintle son sólo algunas de las que componen alrededor de las 60 que existen en México: centro de diversidad, origen y domesticación del maíz, tan importante para el mundo.
Con los cultivos y datos de la instalación, se relata la historia del maíz, donde los seres humanos han ido seleccionando, desde hace más de diez mil años, las características más relevantes de cada mazorca y cada grano como la textura, el color y el tamaño.
En México, se producen alrededor de 600 platillos distintos con base de maíces, pero también se usan como combustible, alimento para animales y artesanías, con todo su legado cultural y su valor simbólico para los mexicanos, los hijos del maíz.