El cielo de la Riviera Maya se ilumina en gris y blanco, el tiempo de lluvias y grandes vientos ha llegado, y con ello una baja para todas las actividades náuticas, sin embargo, más allá de lo que el clima les limita, la amenaza para este sector se encuentra en su zona, el mar, el cual se ha visto invadido de los tonos marrones de la macroalga.
La acumulación del sargazo a lo largo de algunas playas quintanarroenses lleva semanas, y es que la gente de los alrededores ha intentado de mano propia retirar a la planta, pero ya es tanta que los pobladores están cansados y demandan ayuda al gobierno.
Incluso el presidente de Asociados Náuticos de Quintana Roo (ANQR), Francisco Fernández, ha dicho que la capacidad de la Secretaría de Marina (Semar) se ha visto rebasada, pues su ayuda ha sido insuficiente, un asomo a las playas lo delata… la alga comienza a apilarse, y las embarcaciones no pueden avanzar, quedándose atoradas en la orilla, la afectación trasciende, pues ahora preocupa que los motores estén dañados.
Hay inquietud en este sector y se asoma la tristeza a la orilla del mar, que reporta pérdidas de entre el 30 y 40 por ciento en sus ingresos, lo cual representa una suma diaria de alrededor de 100 millones de pesos.
Sin embargo, se asoma la esperanza detrás de los científicos que han logrado conformar la red de Monitoreo de Sargazo, con quienes se puede antelar movimientos para manejar a la macroalga y ya prevén un recale de 4 mil toneladas. La red encabezada por el hidrobiólogo Esteban Amaro, ha detectado un promedio de 40 puntos costeros con una excesiva cantidad de macroalga, en Cancún, Puerto Morelos, Cozumel, Tulum, Mahahual e Xcalak.
El esfuerzo de las familias dedicadas a los servicios del mar ahora se fija en recoger la alga, día tras día con herramienta en mano cargan miles de bultos, tratando de aminorar y limpiar las playas que ya ahuyentan a los turistas y prefieren mirar a otros destinos antes que padecer el nauseabundo olor de la zona de recale de la alga. Y tras semanas así están cansados por lo que solicitaron trabajadores al gobierno para que se encarguen de ello.
Aunque muchos quisieran acabar con ello de manera rápida no se puede meter grandes palas o maquinaria pesada en la zona, pues se estaría dañando el ecosistema. El gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, ya reconoció problemas con las barreras antisargazo, y este jueves se encontrará con el secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán, en una reunión que se precisa urgente.