A TIRO DE PIEDRA
Por Julian Santiesteban
El secreto de la vida es la honestidad y el juego limpio,
si puedes simular eso, lo has conseguido
Groucho Marx
A principios de 2020, la empresa Controladora de Operaciones de Infraestructura S.A. de C.V. (Conoisa) una filial de Grupo Ingenieros Civiles y Asociados (Grupo ICA), presentó al gobierno de Quintana Roo el proyecto de construcción del nuevo puente sobre el sistema lagunar Nichupté, en Cancún, solicitando para ello una concesión de 30 años, que el gobierno local autorizó. El Congreso local simuló que sería un proceso abierto, luego, la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que la obra se haría con recursos públicos y que no se concesionaría y, en ese lapso de dos años, después de vueltas discursivas, la obra fue asignada a quien la solicitó, ICA.
Y no es que no sea necesaria, en las llamadas “horas pico” y durante las temporadas más altas de turismo, circulan por la zona hotelera de Cancún más de diez mil vehículos por día, según estudios realizados hace casi una década, y ya desde entonces se advertía la urgente necesidad de construir puentes vehiculares para aligerar los llamados “embotellamientos.” Ciertamente, los expertos en movilidad señalan que, si hay más puentes, habrá más coches circulando, que lo que deben existir son modos de transporte alterno, el marítimo, el peatonal, el de dos ruedas. Sí, pero hasta ahora nada hay; luego entonces, construir alternativas es lo primero.
El asunto radica en que ICA fue duramente señalada por ser una de las empresas más favorecidas durante los sexenios panistas y, para inicios de la 4T, atravesaba por una tremenda crisis, pero ahora ha obtenido obras en el Tren Maya, en la refinería de Dos Bocas, el parque ecológico del Lago de Texcoco y, apenas ahora confirmado, para construir lo que será el tercer puente más largo de Latinoamérica, con una longitud de 8.4 kilómetros, 2 carriles y uno adicional para ciclopista, desde el boulevard Kukulkán a la altura del hotel Ritz Carlton, hasta el distribuidor vial, en la avenida Colosio, para lograr que se ligue esta vía con la estación del proyecto del llamado Tren Maya. ¿A cuáles conservadores y empresarios favoritos entonces se critica desde la 4T?
Si, la empresa ha ofrecido generar mil 900 empleos en la edificación, en una licitación que la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes desahogó en 19 días, luego de que el 7 de junio declaró desierta la licitación inicial. La inversión será de cinco mil 570 millones de pesos. ¿Pero no resulta, por lo menos sospechoso, que al final de tanto vericueto, la obra vuelve a su solicitante original, con los montos establecidos por la empresa, pero ahora a edificarse con recursos públicos? Por cierto, no se ha aclarado si se echará a andar algún esquema de concesión en la misma, como originalmente había planteado la empresa y, considerando, que además la empresa tiene la concesión de una de las autopistas de cuota más caras del país, la Mérida-Cancún.
Ahora bien, la empresa se ha ajustado al proyecto original e, incluso, se ha anunciado que redujo el costo en un 2.9 por ciento su cotización inicial, para presentar una oferta apegada casi a los 5 mil 580 millones de pesos que la SICT estimó en marzo pasado como presupuesto límite para la obra; sin embargo, apenas hace dos semanas se anunció que proyectos como el Tren Maya y el Tren Suburbano que conectará con el Aeropuerto Felipe Ángeles costarán unos 70 mil millones más de lo que originalmente se consideró; luego entonces, de nuevo, la sospecha de que el planteamiento de ICA fue “a modo” para lograr obtener la obra y de que, más temprano que tarde el monto se incrementará, ya que los trabajos hayan iniciado, ronda desde ahora en el imaginario colectivo.
Todo lo anterior, tan sólo confirmaría lo que está a ojos vista: que se critica a los empresarios, si estos se mueven fuera de los designios y deseos de la 4T, pero si son “amigos”, pues obtienen la “justicia y gracia” juarista; por el contrario, si se alinean a los “conservadores” adversarios del régimen, tan sólo se les aplica “la ley a secas.”
COMENTARIO MORBOSO
Ahora que la gira de agradecimiento de la gobernadora electa, Mara Lezama Espinosa, está por concluir, habría que recordar que su partido, Morena, está ya avanzando en el proceso de renovación de dirigencia estatal. En ese contexto, es de resaltarse el rol que los presidentes y presidentas municipales, tanto en el proceso de construcción de la gobernabilidad en el próximo quinquenio, como el de una estructura partidista que consolide la 4T en Quintana Roo.
Y en esa dinámica, basta ver la actitud que ha tenido Lezama Espinosa con los alcaldes guindas para comprender en quiénes depositará confianza para la integración partidista futura. Yensuni Martínez Hernández y Marciano Dzul Caamal, lucen como los pilares fuertes. En Tulum inició la gira y, en la capital quintanarroense, la gobernadora prodigó reconocimientos a Martínez Hernández y su equipo, de hecho, con la presidenta capitalina es con quien la mandataria se mostró no sólo cercana, sino cariñosa, recalcando que Chetumal, la capital quintanarroense, volverá a brillar.
No perder de vista esa cercanía, con Tulum, como uno de los bastiones más importantes del morenismo, y con la alcaldesa capitalina, pues esta última parece haberse asentado como la líder de los guindas en el sur, habrá otras expresiones sin duda, pero los liderazgos requieren de “cabezas”; y el proceso es fundamental, porque no debe minimizarse que otro de los aliados de la 4T, el Partido Verde Ecologista (PVE), también quiere crecer por esas regiones.
Ciertamente, la región norte es la que cuenta con una mayor cantidad de votantes, pero la centro y sur es la que, proporcionalmente, vota más, así que resultan fundamentales para los próximos años, para la consolidación partidista y, en suma, para la gobernabilidad… y Mara Lezama lo sabe; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
Pd. Y de lastres, como el de Felipe Carrillo Puerto y su munícipe, seguiremos escribiendo en breve.