Ciudad de México.- Atender la salud mental materna y diseñar políticas públicas que contribuyan al bienestar de las mujeres que son madres en México, especialmente tras la pandemia, es indispensable, consideró una especialista en el marco de la celebración del Día de las Madres.
“Depresión, adicciones, violencia infantil, son algunas de las consecuencias que podrían verse reflejadas en quienes son madres, si no se pone especial atención en la salud mental materna” resaltó Yahaira Ochoa, especialista en género de la organización civil Salud Justa Mx, en un comunicado.
La experta mencionó que es necesario emprender estudios con perspectiva de género enfocados en la salud mental y revisar cuáles son las consecuencias de los cambios en las dinámicas familiares tras la pandemia para crear políticas públicas que atiendan esta problemática.
Recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la salud mental como un estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés que se enfrenta en la vida cotidiana, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad.
“Sin embargo, atender la salud mental sigue siendo una necesidad que no siempre se prioriza”, lamentó.
Y dijo que muchas madres, amas de casa que cocinan, lavan, planchan, cuidan y ayudan a sus hijas e hijos con sus tareas y no tienen descanso, “no deberían ser sinónimo de ‘súper mamá’, ya que estas dobles o triples jornadas laborales podrían estar afectando su salud mental”.
De hecho, señaló que en la actualidad se normaliza y “romantiza” la explotación de las madres.
“Los estándares para ellas son inalcanzables y tarde o temprano esta situación llega a afectar la salud mental de estas mujeres”, precisó.
Argumentó que de acuerdo con diversos estudios, en México y en otros países de Latinoamérica la depresión es la principal amenaza a la salud mental de las mujeres en edad reproductiva y la razón es la vulnerabilidad en que viven muchas mujeres que son madres.
“Debido al contexto social y político, la maternidad para muchas termina siendo un factor que aumenta la vulnerabilidad de las mujeres”, aseguró.
Indicó que la prevalencia de la sintomatología depresiva es casi del 20 %, lo que implica que 4.6 millones de menores en México viven con madres que podrán sufrir depresión moderada o grave.
Las causas de esta condición pueden ser violencia, inseguridad alimentaria y desigualdades de género que enfrentan las mujeres en el país.
“En el contexto de la post-pandemia se tendrían que revisar los indicadores referidos al aumento de esas tasas ya que muchas mujeres que son madres han enfrentado cambios en sus dinámicas familiares que podrían generarles problemas de salud mental” comentó la experta.
Señaló que la depresión es prevenible, detectable y tratable, por lo que si se pone atención en la salud mental materna podrían evitarse problemas sociales ya que la sintomatología depresiva afecta la vida de las mujeres, pero también a sus hijos y otros familiares.
“Las dobles y triples cargas laborales de muchas madres son un problema social en México que podría evitarse con políticas públicas con perspectiva de género”, concluyó.
EFE
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