Ciudad de México.- El Gobierno de Quintana Roo tuvo que devolver a la Federación casi 6.3 millones de pesos por diversas irregularidades, entre las que sobresale la compra de mascarillas N95 a casi el doble del valor precio de mercado, durante la pandemia de Covid 19.
Los datos surgen de la Auditoría De Cumplimiento: 2020-A-23000-19-1188-2021 1188-DS-GF, realizada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) sobre la Cuenta Pública 2020.
En el informe, se explica que el Estado tuvo que devolver a la Federación 6 millones 294 mil 900 pesos, por irregularidades diversas.
Entre esas irregularidades sobresale un monto de 5 millones 713 mil 400 pesos por la compra de 4527 cajas de mascarilla N95 que se pagaron a 2886.08 pesos cada una, cuando el precio que se había pagado por unas exactamente iguales anteriormente, fue de 1624 pesos cada una.
Dice el informe de la ASF:
“Se constató que los SESA adquirieron 4,527 cajas de respiradores N-95 certificados NIOSH, a un precio de 2,886.08 pesos cada caja, que comparado con el precio pactado en el contrato núm. SES-COVID-030- 2020 celebrado con otro proveedor con las mismas características en esta auditoría por 1,624.00 pesos, da una diferencia de 1,262.08 pesos por cada caja, para un total de 5,713.4 miles de pesos pagados en exceso, por lo que se determinó que no se aseguraron las mejores condiciones disponibles en cuanto a precio, calidad, financiamiento y oportunidad para el Estado”.
Para evitar que el tema escale a una investigación de fondo, el Gobierno estatal decidió devolver esos recursos más intereses.
Dice al respecto la Auditoría:
“El Gobierno del Estado de Quintana Roo, en el transcurso de la auditoría y con motivo de la intervención de la Auditoría Superior de la Federación, proporcionó la documentación que acredita el reintegro de los recursos por 5,713,436.16 pesos, así como rendimientos financieros por 420,508.84 pesos en la TESOFE en enero de 2022, después de la revisión, con lo que se solventa lo observado”.
Y también se inició una investigación en la Secretaría de la Contraloría del estado.
MÁS IRREGULARIDADES.
El tema es que la empresa que hizo esa compra a sobreprecio ya tiene abierta una investigación en la ASF.
Se trata del contrato SES-COVID-025-2020, financiado con fondos federales, por un monto de 14 millones 828 mil 500 pesos.
Pero el contrato está plagado de irregularidades.
Por un lado, se entregó sin licitar, y SESA “no acreditó debidamente los criterios en los que se fundó y motivó la excepción a la licitación pública”.
Por el otro, se le entregó a una persona que no cumplía los requisitos.
Se trata de un particular (ASF no revela el nombre) que según su Estado de Posición Financiera tenía -13 mil 500 pesos (o sea, menos que cero).
Pero además, era alguien sin experiencia en el rubro, y de acuerdo a su Constancia de Situación Fiscal, el inicio de sus operaciones fue el 25 de marzo de 2020, y el contrato se celebró el 31 de marzo de 2020; o sea, 6 días después.
Para cerrar el cúmulo de irregularidades, la actividad reportada en su currículum fue de “obra pública y privada”, nada que ver con la venta de equipo para protección Covid.
Además, los Servicios Estatales de Salud de Quintana Roo deben aclarar el destino de 79.7 millones de pesos utilizados durante 2020, “por concepto de los ingresos excedentes derivados de ingresos de libre disposición, de los cuales no presentó evidencia de su destino y aplicación”, según informó la ASF.
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