Los Ángeles, California.- Defensores de los inmigrantes llevaron a cabo este jueves un acto de desobediencia civil en el centro de Los Ángeles para exigir a la vicepresidenta Kamala Harris que cumpla su promesa de campaña electoral de apoyar una reforma migratoria que de el camino a la ciudadanía a millones de personas.
El acto de desobediencia culminó con el arresto de nueve personas que se plantaron en la mitad de una de las calles aledañas a la alcaldía de Los Ángeles para pedirle a Harris, y al liderazgo demócrata de el Senado, que no desperdicie la oportunidad de atar un proyecto migratorio al plan de gasto social que impulsa la Casa Blanca.
Los demócratas en el Senado han planeado aprobar en solitario el plan a través de un mecanismo llamado “reconciliación” presupuestaria.
Al menos dos intentos de los demócratas de incorporar una reforma migratoria a su plan de gasto social han sido rechazados por Elizabeth MacDonough, encargada de interpretar el reglamento del Senado.
El llamado de este jueves es para que Harris y el liderazgo demócrata ignoren la opinión expresada por MacDonough, e incluya la reforma migratoria en la ley que debe considerar el Senado.
La senadora estatal de California, Maria Elena Durazo, una de las nueve personas detenidas, dijo en una conferencia de prensa previa a la desobediencia civil que necesitan que “nuestros líderes demócratas en Washington ignoren la opinión de MacDonough” e incluyan un camino hacia la ciudadanía en el plan que se aprobará por la reconciliación presupuestaria.
“Simplemente no podemos aceptar un no por respuesta”, acotó la legisladora.
Los activistas argumentan que “la opinión de MacDonough no es vinculante”, y que se debería omitir porque no es una funcionaria electa.
En ese sentido David Huerta, miembro del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio (SEIU/USWW) señaló que “la mayoría del Congreso y la Casa Blanca tienen la obligación moral y política de garantizar que los trabajadores migrantes de primera línea tengan, de una vez por todas, la oportunidad de vivir con dignidad y respeto en el único país que llaman hogar, Estados Unidos”.
Por su parte Angélica Salas, directora de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA), otras de las activistas detenidas, subrayó que los inmigrantes también tocaron puertas e hicieron llamados a candidatos que se comprometieran a defender al país contra una toma de poder de la supremacía blanca.
Harris avanzó su carrera política en California y desde su candidatura al Senado en 2016 contó con el apoyo de las comunidades migrantes.
“Diga sí a la ciudadanía y no a la parlamentaria (MacDonough). Este es el año de aprobar una reforma”, instó Salas.
El Congreso de EE.UU. lleva 35 años sin aprobar una ley que permita a un gran grupo de inmigrantes acceder a la ciudadanía. La última vez fue en 1986, cuando el entonces presidente Reagan firmó una ley que permitió regularizar a tres millones de inmigrantes indocumentado.
EFE